martes, 18 de octubre de 2011

El palabrero o putchiput
En la tradición cultural Wayuu no existe un sistema de régimen centralizado y dominante, que además esté concentrado en una sola persona o entidad alguna. Dentro de su estructura u organización social no es posible afirmar la existencia de un poder articulado por un jefe o persona autoritaria, que pueda centralizar políticamente a todos los clanes o comunidad en general. A pesar de que algunos autores atribuyeron la existencia de un supuesto cacicazgo, la misma conformación social Wayuu ha negado esta afirmación, puesto que es la mujer quien se halla integrada como el eje central de cada uno de los clanes. Y su función familiar consiste en transmitir el linaje y los valores culturales que han sido aprobados socialmente, los cuales le otorgan el carácter de imagen protectora de valores éticos, morales, religiosos y artísticos.

Otra explicación que desmiente el caciquismo, sustentada en las mismas condiciones ambientales de la península, nos señala que la conformación tradicional de los asentamientos Wayuu conllevó a que los grupos familiares coexistieran y actuaran dispersos en los territorios tradicionales, y sólo se congregaran para atender eventos trascendentales, tales como ceremonias de velorios, rituales mágico-religiosos o resolución de conflictos y dificultades interclaniles. A partir de esta indicación también se explican los antecedentes que dieron origen a la figura tradicional del representante legal en cada uno de los clanes.

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